Lo ves venir, sabes que hay algo mal en el tono de tu novio cuando te llama por teléfono y dice "Necesitamos hablar". Sientes los nervios de punta y se van por el típico café para hablar.
Se sientan y él te dice que no sabe qué es lo que le esta pasando, que ya no se siente igual y necesita arreglar su vida… bla, bla, bla, bla… y después de eso saca la frase más tipica; Una de las cinco oraciones que pudo memorizar: "No eres tú, soy yo".
Claramente, sientes una puñalada en el estómago y quieres arrancarle la cara pero regresas al mundo en el que tienes que ser educada y dar una respuesta.
No sabes ni qué pensar, recorres un listado de cosas que hiciste con él para saber si hubo algo mal. Por más que quieres, no encuentras algún error tan grave como para que tu ya EX NOVIO te haya cortado.
Puede que intentes convencerlo de que no terminen, que se va a arrepentir, etc. Pero son intentos inútiles. Es probable que por pena de su parte de decir no, logres tenerlo a tu lado algunos meses más pero con el tiempo te das cuenta que sólo estás alargando la agonía y van a terminar por hacer lo que quisiste posponer.
Los siguientes días son los más difíciles: no vas a querer salir, vas a estar tentada a hablarle 22 de las 24hrs del día y no saber nada de él acabará contigo. Ni modo, a todos nos toca pasar por este suplicio alguna vez.
Lo más importante es que te des cuenta de que la frase que dijo es 100% verdad: la del problema no eres tú. No te tortures, tú no hiciste nada mal. Él seguramente hubiera deseado que así fuera para tener una razón que no lo haga sentir culpable.
¿La verdad? Se aburrió. Suena frío y poco agradable para los oídos de una recién cortada pero es peor que te mienta. Los hombres -y mujeres también- podemos cansarnos muy rápido de alguna relación. Mejor valórate y piensa que si hubo un sapo que te cortó es porque no supo apreciar a la princesa que tenía a su lado.
Date cuenta, al susodicho no le importabas. Pero no estés triste va a llegar uno que sí lo haga.
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