martes, 22 de septiembre de 2009

Se que soy una chica difícil de entender, que siempre te digo que esta todo bien, que siempre me río de lo que pensas. Y no me hago problema si esta todo mal, decís que te molesta mi manera de actuar y tus pensamientos te hacen dudar. Que yo nunca estoy cuando me necesitas. Y no me importa nada que te pueda pasar, pero no te preocupes por mi amor, te pido que confíes en mi, quizá vos siempre tengas razón, pero no puedo cambiar, porque ya soy así.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Conocerte fue lo peor que me ha pasado, porque no eras nadie hasta que deliberadamente irrumpiste en mi vida y me robaste la calma. Y yo, tratando de descontrolarte a tí, perdí mi rumbo, buscando apoyo en tí, me perdí a mi misma. Conocerte fue empezar a tiritar entera como si tuviese frío, en pleno verano. Por que aún me hacen eco tus palabras que al final solo fueron caprichos. Conocerte fue mi maldición, porque después de eso ya no creo en nada, ya no espero nada, ya no siento nada. Por que al ser, fuiste más de lo que esperaba. Conocerte fue mi ticket a la montaña rusa en la que viajo, rearmarme una y otra vez de las cenizas que quedaron, repetirme hasta a u t o c o n v e n c e r m e que esta obsesión mia, solo es el vértigo de lo pasado. Y un año (o un poco más) después de conocerte, eres mi derrota, mi confusión y mi delirio.

Después de todo, sigo pensando si conocerte fue un error.

¿Carolina?




domingo, 6 de septiembre de 2009

no le hagas caso a la gente que dicen que yo, a ti te estoy engañando, se que es por eso que estas indecisa mi amor y no te has entregado
Disculpa si le cause alguna herida a tu pobre corazón, TE EXTRAÑO TANTO AMOR. No se como pedirte que perdones todas mis mentiras con pocas razones, mate tus esperanzas y tus ilusiones me mantuve fría, abuse emociones. Tu orgullo me acaba, y yo lo se pero más daño me hace el perderlo. Ve y dile que yo lo quiero, amiga, dile que todavía lo celo. Sin sus caricias me desespero, extraño sus besos, sus besos de fuego.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Damn this boy can make me cry

martes, 1 de septiembre de 2009

Creí poder olvidar, creí poder borrar tu recuerdo, creí poder superar este sufrimiento pero aquí me encuentro una vez más, esforzándome por no llorar, sabiendo que no debo hacerlo, que no vale la pena, que no lo merezco. No sé si te importa, tan rápido no se esfuman los sentimientos, acaso a los tuyos se los llevó el viento? no debí amarte una vez mas pero no lo pude controlar, hiciste que te sienta tan especial, hiciste que te sienta parte de mi vida, entraste en mi alma, es hora de que encuentres la salida. Pero no, no encuentro razones que puedan con mi corazón, no encuentro palabras para calmar el dolor, no encuentro qué hacer, lágrima tras lágrima vi caer por vos pero ya no, no quiero llorar mas por vos, no tengo control sobre mí, que más va a venir? Mi corazón puede ser fuerte, pero cuando se sumerge en recuerdos, se pierde. No puedo cambiar, no puedo olvidar, ya no quiero amar, a nadie nunca más.

cáncer



Ese terrible: “te quiero como amigo”

Sin duda es el pretexto más utilizado por la mujer. Por lo menos de esta parte del mundo, cada vez que un representante del sexo masculino intenta ganar los favores de su corazón y ve que inevitablemente la respuesta a su petición será negativa. Y como esta frase se usa indiscriminadamente creo que es momento de sospechar y buscar una posible explicación sobre su uso y (abuso) en este siempre intrincado mundo de las lindes sentimentales. La primera explicación evidente es que esta frase es una respuesta inmediata ante un sentimiento de culpa. El cliché cumple aquí la importante función de sacar de apuros a quien da “la terrible respuesta” que “romperá el corazón” de aquel iluso varón que tenía una gran expectativa. En este contexto la mujer se ve obligada a otorgar “una explicación”, una justificación a su negativa con tal de no quedar como una “pérfida”, “mala gente”, “cruel” y “sin corazón” con que tantos valses, poemas, y boleros las han inmortalizado hasta hoy. También se le puede añadir a esta explicación el hecho de que en estos tiempos del consumismo, del 2 x 1, del valor agregado, del 50 % más y las ofertas telefónicas, se ofrezca la “amistad” como el jabón que viene con la pasta de dientes por el mismo precio. Al final, esta postura es revelador del profundo desprecio que en estos tiempos se tiene hacia la amistad convirtiéndolo en una categoría opcional, de segunda mano, casi como la llanta de repuesto en caso de emergencias. Indirectamente se le dice a la persona “ya que no puedes tener mi amor, al menos confórmate con mi amistad”. Claro, lo que no se dice es por lo general imposible. Porque la amistad “autentica” ya se ha ejercido con otras personas, con las que hemos compartido experiencias diversas y acciones en común, a las que el tiempo ha consolidado como nuestros “amigos”. Por lo tanto, decirle a ese caballero “te quiero como amigo” es una farsa más grande que la TORRE DE BABEL, porque las circunstancias evidentes hacen imposible el sano ejercicio de la amistad. En todo caso la solución de nuestras conspicuas damas ante un dilema de tal magnitud debería ser simplemente: la sinceridad. En vez de mellar y joder más el concepto de amistad deberían armarse de valor y decir algo así: “te digo que NO, sencillamente porque eres un idiota, porque no me gustas, porque no tenemos nada en común, porque tu eres feo y yo bonita, porque tu eres chichero y yo rockera, etc, etc, etc”. De esta forma creo que nos evitaríamos más confusiones, y de paso dejamos de menoscabar el valor de la amistad que de por sí ya carga sus propios problemas.